8-VII-08
Luego de recibir diversos premios en festivales, la española Maitena Muruzabal y la argentina Candela Figueira estrenan en España su primer largometraje, "Nevando voy", una historia que a través de una inusual conexión entre cuatro trabajadores en distintas etapas de sus vidas, captura la vida de una fábrica de un modo raramente visto: personal, provocativo e introspectivo.
Tras conocerse en la Universidad de Los Angeles, California, estudiando producción de cine y coincidir en el rodaje de "Americano", Muruzabal y Figueira decidieron unir sus intereses y formar la productora Cronopia Films en Navarra, con la que han realizado su primer largometraje, "Nevando Voy", que el viernes llega a las salas españolas.
Como la gran mayoría de primeras películas, su origen se encuentra en la realidad. "Los comienzos son difíciles y no se suele tener dinero para pasar dos años escribiendo o preparando un proyecto cinematográfico. Así que no hay más remedio que trabajar donde sea a fin de conseguir la supervivencia económica y tiempo para llevar lo que uno quiere hacer", recuerdan las realizadoras, que tras trabajar Muruzabal en una fábrica de embalajes de cadenas para la nieve encontraron su película: "Los personajes de la película están inspirados en cuatro personas reales que trabajaron en esa fábrica y que reconocerán en la película algo muy parecido a lo que ellos vivieron en la campaña de invierno de 2004".
Con un equipo técnico de 12 personas y mucho ingenio para hacer frente a las limitaciones de un presupuesto acotado, más la fortuna de que el tiempo ayudara a crear el clima que se buscaba, las directoras se lanzaron a contar la historia: La temporada de invierno se avecina. En la sección de embalaje de cadenas para la nieve de una fábrica, los pedidos empiezan a amontonarse. Javier, el encargado, pide refuerzos. Jairo es trasladado de otra sección. Ángela y Karmentxu llegan de una empresa de trabajo temporal para trabajar dos semanas. De seis a dos, los cuatro embalan cadenas en silencio, cada uno en su mesa. La meteorología anuncia temporal y el trabajo se prolonga. Sin darse cuenta, Ángela empieza a romper las reglas de trabajo y poco a poco estas reglas van cambiando. El trabajo se convierte en juego y esa nave fría y gris en el lugar donde jugar. Nadie puede imaginar lo que ocurre tras la verja, es un secreto compartido sólo por los cuatro. Un mundo que gracias a las continuas nevadas es capaz de mantenerse. ¿Qué ocurrirá cuando deje de nevar?
"'Nevando voy' quiere contar una historia del otro lado, quiere poner de manifiesto que del otro lado también se puede vivir, trabajar. Que muchas veces vemos un solo camino y miramos las cosas desde el mismo lado cuando quizá viéndolas del otro seríamos más felices. Que hay que jugar un poco más en la vida", explicaron sobre su idea del film las directoras.
Mientras "Nevando voy" se abre camino en la cartelera local, las realizadoras ya trabajan en su próximo proyecto: "Luna lunera", una historia sobre la búsqueda del amor.
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