12-VIII-08
Por Alberto Duque López
En medio del respeto y la adoración del mundo entero, se apaga discretamente la vida de uno de los más grandes actores de todos los tiempos con obras maestras como "Bucth Cassidy" y "Camino a la perdición"; casado con la misma mujer durante 50 años y representante del ala liberal y rebelde de Hollywood.
En su edición del 1 de marzo de 1998, el New York Times afirmaba que en ese enero, Paul Newman había cumplido 73 años y que pocos días después, estrenaría su película número 53, titulada apropiadamente "Crepúsculo / Al caer el sol", señalada equivocadamente como su última aparición en el cine. Le faltaban tres películas más, además de otros trabajos a los cuales solo prestaría su voz, como los dibujos animados de "Cars". Es que su carrera abarca más de 80 títulos, algunos de ellos para la televisión.
Pocos actores en toda la historia del cine como este hombre: estrella triunfadora, casado durante más de 50 años con la misma mujer, notable filántropo, exitoso deportista, reconocido industrial de alimentos y uno de los personajes más respetados, antes y ahora, por sus ideas liberales que lo han colocado al lado de otras figuras como Robert Redford, Sydney Pollack (recientemente desaparecido), Sally Field, Susan Sarandon, Clint Eastwood, Tim Robbins y otras estrellas en la avanzada de la defensa de los derechos de las minorías en un medio tan trivial y egoísta como Hollywood.
En esa edición se publicaba el diálogo con la periodista Dinitia Smith, quien lo conoció 30 años atrás cuando Newman hacía campaña para su amigo el escritor Gore Vidal que aspiraba al Congreso, y aparece un ser humano amable y comprometido, inteligente y adelantado a muchos temas, en una de las escasas entrevistas en que, realmente, abrió su corazón.
Esquivo con la prensa, cuando alguien quiere trazar un mapa humano y profesional de Newman tiene que apelar a esos raros encuentros con extraños y armar ese itinerario de frases y pensamientos que ahora son recordados mientras enfrenta una delicada situación de salud.
Le preguntan si durante buena parte de su carrera, los espectadores lo han mirado como una cara bonita y responde con sencillez: "Es cierto, ha sido una de las facetas más difíciles de mi carrera, sentir que muchos se fijaban más en la cara bonita, en la apariencia que en mis recursos como actor. Pero, gracias al tiempo, esa apreciación fue cambiando.
Pero, ¿cuánto le debe a esa cara bonita?, y no duda en aceptarlo: "Debo decir que mi carrera se apoyó más en el talento y la disciplina, pero es cierto que la cara bonita fue el apoyo para que ese talento y otros elementos personales se desarrollaran y fueran reconocidos después. O sea, que me tomaran como un actor serio, como lo que he sido".
Luego de algunos amagos y anuncios de abandonar su carrera en el cine, el 25 de mayo de 2007 finalmente se retiraría en medio de la mayor expectativa mundial por una vida que tiene varias obras maestras como "El Golpe", "Butch Cassidy / Dos hombres y un destino", "El color del dinero", "Crepúsculo / Al caer el sol", "The Hustler / El buscavidas", "Hud / El más salvaje entre mil", "El Veredicto", "Cool Hand Luke / La leyenda del indomable" y "Camino a la perdición", por la cual recibió un Oscar, entre otras.
Sus anuncios sobre el retiro definitivo nunca fueron efectivos hasta ese momento y Newman comenta: "Es cierto. Anuncio que me retiro y luego no tengo, ni el sentido común, ni el valor para hacerlo. Creo que alguien dijo que hay un tiempo para quedarse y un tiempo para salirse, y pienso que lo segundo ya me está acosando... Es que muchos no se retiran porque no pueden vivir sin los aplausos".
El mejor amigo de rebeldes como James Dean y Marlon Brando, sostuvo pésimas relaciones con su padre: "Lo cierto es que siempre me vio como un peso liviano, alguien que se encargara de su negocio de artículos deportivos en Cleveland, que formara parte de la alegre burguesía local. Siempre me trató como si se sintiera decepcionado y tenía todo el derecho a sentirse así. Esa fue una de las grandes agonías mientras estuvo vivo porque no alcanzó a verme triunfar como actor".
Robert Redford dijo en broma que era trivial, superficial y que no tenía talento ("Es cierto, además con razón"). Además figura en el Guinnes como la persona de más edad en ganar un premio de automovilismo, en Daytona Beach en 1995. Es un filántropo reconocido ("Bueno, he canalizado algunas ganancias en los campamentos para niños discapacitados, ya hemos construido cinco"), 100 millones en menos de diez años. Y, le va bien con su compañía que produce alimentos sin conservantes ("Siempre he estado enamorado de la naturaleza"); ha sido activista del Partido Demócrata, delegado de Eugene McCarthy en la Convención de 1968 y diez años más tarde representó al Presidente Carter en la reunión de la ONU sobre desarme y además, es dueño con Redford y otros personajes de un semanario político, The Nation, en el que escribe a veces.
Su padre era descendiente de alemanes judíos y su madre, con raíces húngaras y católicas, se convirtió luego en protestante. ¿Cómo se considera Newman? Dice que "Judío, porque a los judíos los buscan más", y sobre su niñez y su juventud, dos palabras, "Un desperdicio".
(Finalizó su secundaria, estuvo en el Pacífico durante la II Guerra Mundial como radio-operador, no combatió, se casó con Jacqueline Witte, tuvieron tres hijos, y cuando iniciaba su carrera como actor de teatro, lo llamaron a manejar la empresa familiar porque el padre había muerto. Detestaba el trabajo, vendió la empresa, entró a la escuela dramática de Yale, obtuvo pequeños papeles en las tablas y la televisión y en 1952 obtuvo su primer papel importante, en "Picnic", donde conoció a Joanne Woodward con quien se casaría al divorciarse de la primera esposa. En las clases del Actors Studio conoció a Brando, James Dean y Geraldine Page).
Implacable autocrítico, sobre esos años iniciales, recuerda que "Apenas era un novato, como todos", con una película interesante, "El cáliz de plata" ("Parecíamos invitados a un cóctel, envarados y aburridos") y en cuanto a "La gata sobre el tejado de zinc" y "The Hustler", ("Eran películas muy mecánicas") y sobre "Hud", ("Comencé a sentirme más cómodo con mi trabajo. Aunque también pienso que el personaje estaba equivocado porque todos queríamos que fuera Ricardo III") y una de sus películas más recordadas, "Butch Cassidy", la califica como "Nada memorable".
¿Será que tiene algún papel favorito? Responde: "Bueno, en 1982 filmé "El Veredicto" y otro de mis favoritos, el que interpreté en "Mr. And Mrs. Bridge" de Merchant Ivory, en 1990, con mi esposa".
(Con Joanne Woodward, su esposa de toda la vida, compartió 11 películas y la dirigió en 5, incluida "Rachel, Rachel" que fue nominada al Oscar en 1968. Cuando le preguntan a Woodward sobre su experiencia de trabajar con el marido responde: "Me sorprende que hayamos trabajado juntos. Me era imposible hablar con él sobre actuación. Es como el sexo. Lo haces, pero no hablas sobre él. Pero él como actor y director tiene un método preciso y claro, sabe lo que busca. Sabe buscar, sabe escribir buenos diálogos". Y si le comentan que la sombra del marido la opacó en parte, dice: "No era fácil porque los fotógrafos nos perseguían y cuando nos alcanzaban, entonces me echaban a un lado").
Tuvo en su primer matrimonio tres hijos (Stephanie, Susan y Scott, quien murió), y con Joanne, tres hijas (Nell, Melissa y Clea), ¿cómo han sido sus relaciones con ellos? Responde lacónicamente: "Distantes, demasiado distantes pero aprendí a quererlos y buscarlos".
Newman ha sido nominado 10 veces al Oscar: ocho como actor principal, una como actor de reparto y una por mejor película. Lo superan Jack Nicholson con 12 nominaciones, 8 por principal y 4 por secundario; Laurence Olivier con 9 nominaciones principales y una secundaria; Bette Davis con 10 nominaciones como mejor actriz; Katharine Hepburn con 12 nominaciones como principal y Meryl Streep con 13 nominaciones, 11 de ellas como actriz principal.
Newman ganó un Oscar principal y uno honorario; Nicholson, 2 principales y 1 secundario; Olivier, 1 principal y uno honorario; Davis, 2 Oscars; Streep, 1 principal y 1 secundario; Katharine Hepburn tiene 4 Oscares ganados.
Ese es el hombre que, tranquilamente, espera la muerte. Así como sus personajes rebeldes, altaneros, desbocados, exagerados, malhablados y pendencieros, siempre junto a la muerte, así se encuentra un hombre que hace tiempo confesó que le gustaría ser recordado como "un tipo que ha intentado ir con su época, ayudar a la gente a comunicarse entre sí y realizar algo decente con su propia vida". Todos están de acuerdo en que, sin duda, lo ha conseguido.
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