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FESTIVALES

“La cambiadora de páginas”: broche de oro al Festival francés

25-VI-08

El Festival de cine francés, que desde el 6 de este mes se desarrolló en salas capitalinas y del interior del país, cerró en La Habana de la mejor manera, con el film preferido, al menos por este crítico: “La cambiadora de páginas”, drama que realizara Denis Dercourt en 2005 y recibiera tres candidaturas al Premio César.

Una historia de secretas y planificadas venganzas, de esas donde la alevosía y la premeditación arrojan resultados desastrosos, partiendo del momento en que una humilde niña que adora el piano suspende sus exámenes de ingreso a un conservatorio por la irresponsabilidad de una de las juezas, famosa pianista. Ya crecida, la agraciada joven se introduce sutilmente en la vida de la concertista y se emplea en varias labores un verano, pero sobre todo en la que da título a la película.

Dercourt ha puesto en pantalla un guión tan calculado y bien hilvanado como el maquiavélico proyecto de la joven y frustrada pianista, el cual desarrolla atendiendo a cada detalle no sólo cuidadosa y pormenorizadamente, sino con elegancia. Dada la importancia que desempeña la música en el film, ésta, en una proyección diegética, borda literalmente los momentos esenciales erigiéndose en fabuloso correlato que acciona también, de modo magistral, las coordenadas de thriller que acciona el director, a lo cual se suman con análoga eficacia el montaje y una fotografía que explora tanto los espacios luminosos de la villa rural donde vive la virtuosa (reproduciendo ese mundo aparentemente armónico y casi perfecto) como los propios claroscuros de los personajes, sobre todo los femeninos donde, como puede apreciarse, estriba la fuerza del sujet.

Claro que en una pieza como esta las actuaciones son otro elemento clave, y es ahí donde la sin par Catherine Frot (aquella que casi derrota a la Huppert cuando juntas hicieron “Dos hermanas”) y la no menos matizada y dúctil Débora François ( candidata al César como mejor actriz revelación) demuestran su clase real a la vez de impartir “clases” no ya de dominio pianístico, como sus personajes, sino histriónico.

Para que la película fuera una sencilla, pero definitiva obra maestra le faltó al director sesgarle aquel desmayito final de la concertista, cuando ya el rostro-caleidoscopio de la Frot era más que elocuente de su tormenta interior, pero, como diría el Bocaza de “Algunos prefieren quemarse”, “nadie (ni nada) es perfecto”, aunque bien se acerca .

El Festival de cine francés ofreció agradables comedias de seductores seducidos y todo tipo de engaños y juegos amorosos que siempre (comedias al fin) se truecan al final por el amor definitivo (“Se renta esposa”, “Seductor de lujo”, “Usted es muy guapo”, “Enamórate de mí”, “Los ambiciosos”) aunque con evidentes desniveles en cuanto cristalización; no faltaron los thrillers (además de la nada desechable cuota que de ello tiene la encima reseñada, otros 100%, que van desde la sencillez canónica de “La serpiente” al rebuscamiento, no exento de momentos conseguidos de “No le digas a nadie”) o esa “zona franca” entre drama y comedia que arrojó alguna sátira delirante y a veces desconcertante (“99 francos”), otro elevado momento (“Juntos nada más”) , o ya en las aguas del más rancio melodrama (nada de guiños ni lecturas posmodernas: musical mondo y lirondo sin pretensiones siquiera de pastiche o reverencias), permitió el estreno mundial de “Paris 1936”, con logros parciales; esta vez, la habitual “mirada del otro” no arrojó resultados siquiera medianos (“Bled number one”) mientras una consagrada en el otro extremo (del drama que coquetea con lo trágico), “Flandres” (Gran premio del Jurado en Cannes 2006) disgustó al público y por lo menos dividió a la crítica.

Quizá menos sólido y sustancioso que en ediciones anteriores, con el “aureas mediocritas” (dorada medianía) como signo distintivo, ingratos seríamos, no obstante, si no reconociéramos un buen festival que demuestra, entre otras, la nada precaria salud de la cinematografía que lo alimenta, donde excelentes actores (consagrados y nuevos) y jugosos temas y conflictos siguen diseñando su panorama.

Como “numeritos finales”, unas propuestas absolutamente personales que resumen ahora a nivel de títulos concretos:

Mejor película: “La cambiadora de páginas” (Denis Dercourt)

Mejor comedia. “Se renta esposa” (Eris Lartigau)

Mejor thriller: “La serpiente” (Eric Barbier )

Mejor drama: (desierto)

Mejor actuación femenina (ex aequo): Catherine Frot (“La cambiadora…”) y Audrey Tautou (“Juntos nada más”,“ Enamórate de mí”)

Mejor actuación masculina (ex aequo): Jean Dujardin (“99 francos”) y Michel Blanc (“Ud. es muy guapo”)

Peor película: “Bled number one”

Premio Especial: “Juntos nada más”

© Frank Padrón (Cuba)-NOTICINE.com

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