5-VI-08
La actriz Susan Sarandon, una voz siempre crítica hacia la política republicana en Estados Unidos, lo que he atraído los más furibundos odios y venganzas profesionales en los sectores conservadores de Hollywood, ha pasado este jueves por Madrid para promocionar "Aritmética emocional", un drama sobre supervivientes de un campo nazi en Francia, que se estrena este viernes en España. La ganadora del Oscar por "Pena de muerte" no ha esquivado cuestiones electorales, y ha apostado por Barack Obama, a quien considera "alguien que escucha, tiene curiosidad y ha viajado, por lo que defiende el diálogo sin contestar con amenazas".
No obstante, la actriz norteamericana, que la semana pasada anunció que elegiría el camino del exilio a Canadá o Italia si el republicano belicista McCain llegara en noviembre a la Casa Blanca, matizó aquí que su primera elección fue por el más progresista de los precandidatos demócratas, Edwards, aunque después de su retirada se situó en el campo de Obama.
Sarandon considera engañoso el dilema de apoyar a Hillary Clinton por el simple hecho de ser mujer: "La clave del feminismo es que a la persona no la define su género, por tanto no entiendo el razonamiento que apunta a preferirla a ella, porque yo nunca votaría por Condoleezza Rice y odié a Margaret Thatcher".
Pero la actriz va más allá, y considera que la ex primera dama podría hacer daño al candidato demócrata si la aceptara como vicepresidenta: "El está por el cambio y ella no, ella está por el poder. La Casa Blanca no necesita a una mujer si no es la adecuada".
Aunque "Aritmética emocional" es un drama sobre el reencuentro y la recuperación del pasado, la actriz ganadora del Premio Donostia subraya la lectura también política que implica no olvidar el tiempo pretérito: "Yo olvido más de lo que me gustaría. Quiero recordar; es importante hacerlo siempre y cuando se sepa perdonar".
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