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HOLLYWOOD

Colaboración: ¿Quién conoce al verdadero Batman?

18-VII-08

Por Alberto Duque López

Ahora, cuando se estrena la sexta película de Hollywood sobre uno de los héroes más misteriosos, oscuros y controvertidos; cuando los cines en Estados Unidos y Canadá ampliaron sus funciones a las 3:00 y 6:00 de la mañana, al menos durante los primeros días de exhibición porque todas las demás tandas se vendieron con varias semanas de anticipación; cuando la inminencia de un Oscar póstumo para el malogrado actor Heath Ledger es inevitable, ante el personaje peligroso, grotesco y cruel logrado por alguien que fue capaz de encerrarse un mes en la habitación de un hotel antes de iniciar el rodaje; ahora, cuando "Batman, el caballero de la oscuridad / El caballero oscuro" es una necesidad para millones de fanáticos en el mundo entero, en todos los idiomas, es saludable recordar los capítulos anteriores de una saga que promete otras historias, más retorcidas.

Lo cierto es que este Joker logrado por el director Christopher Nolan, apoyado en Ledger, nada tiene que ver con el personaje interpretado con humor negro, sevicia y talento por un Jack Nicholson que en 1989 exhibía una sonrisa permanente de gato altanero mientras aterrorizaba a las débiles autoridades de Ciudad Gótica. Dicen que Ledger se inspiró para su Joker en algunos gestos de Malcolm McDowell en "La Naranja Mecánica", que el maquillaje que todos los días se aplicaba durante tres horas era la imagen de un joven poeta junkie que conoció en las calles de San Francisco, y que Michael Caine, de nuevo como el fiel mayordomo Alfredo, en ocasiones olvidaba sus diálogos cuando estaba frente a un Joker que asustaba y desubicaba a todos.

Todos recuerdan que Batman (antes se llamaba Bat-Man) nació como historieta de DC Cómics creada por el dibujante Bob Kane con la cooperación del escritor Bill Finger, y apareció por primera vez en la revista Detective Cómics, número 27, en la historia "El extraño caso del sindicato químico", de mayo de 1939.

Por supuesto, el Batman ingenuo de esa tira cómica, las primeras películas de cine y la serie de televisión de los sesentas, cuando toda una generación, como dijo un periodista italiano, estaba marcada por las tres "B" de los Beatles, Bond y Batman y creía en el amor, no en la guerra, consumía marihuana y LSD mientras sus hermanos mayores caían en los arrozales de Vietnam o regresaban llenos de rencor y heridas incurables, ese Batman, ya no existe.

El crítico Dominic Wells insiste en que Chris Nolan no solo cambió la naturaleza del héroe y lo convirtió en el ícono más influyente de estos años, sino lo transformó en un solitario con una moral ambigua, consumido por el odio y la venganza contra los criminales que asaltaron y asesinaron a sus padres en una calle solitaria (escena con la que se inicia el primer "Batman" de Tim Burton), un héroe que no tiene, a diferencia de los demás, superpoderes (gracias a la disciplina y la gimnasia es un atleta, fuerte, musculoso y atractivo sexualmente para las mujeres que quieren entrar a su cama), alguien vulnerable, que siente el dolor y la nostalgia, pero con una fortuna inmensa que le permite utilizar todos los vehículos, armas e implementos más sofisticados en su lucha contra el crimen.

Las preguntas que todos se hacen, son: "¿Cuál es el verdadero Batman? ¿Cuál es su esencia? ¿De qué se alimenta su naturaleza? ¿Por qué Nolan ha convertido al personaje en alguien que duda, que está exhausto de pelear tanto, que no quiere seguir enfrentado a los delincuentes, que prefiere seducir mujeres y no rechazarlas para guardar el secreto que solo Alfredo sabe compartir?".

Las primeras apariciones en el cine, "Batman" de 1943 y "Batman & Robin" de 1949 eran series con 15 episodios cada una, ingenuas y pésimas, con los héroes movilizándose, no en un super carro sino en vulgares Caddillac y Mercury, sin colores pero con algunos de los personajes claves como el comisionado Gordon, el mayordomo Alfredo, la Baticueva, y en la primera de las series, un sentido racista profundo porque el villano se llamaba Daka y era japonés. En la serie de 1949 aparece la Batiseñal y el concepto del villano poderoso.

Las series de televisión fueron emitidas entre 1966 y 1968, y son recordadas todavía, especialmente en Latinoamérica por las frases que intercambiaban los dos ingenuos personajes ("Rayos y centellas, Robin") o las despedidas, "Nos vemos mañana, a la misma batihora y por el mismo baticanal". Fueron 120 capítulos producidos por la ABC que dejaron viva impresión en los televidentes, sobre todo con César Romero como el Joker, Burguess Meredith como el Pingüino y Eartha Kilt como…Gatúbela. Los protagonistas eran Adam West y Burt Ward quienes gozaron de las delicias de la Baticicla, el Batibote y el Baticóptero. El Pingüino manejaba un submarino y Batman ostentaba un repelente para alejar los tiburones.

En medio de ese fervor por el personaje, el artista Frank Miller (creador de "300" y "Sin City") publicó su novela gráfica "Batman, el caballero de la oscuridad regresa" con un héroe amargado, solitario y preocupado por la batalla contra los malos. El éxito de ese renacimiento provocó el interés de Hollywood.

Entonces, apareció Tim Burton, realizador de "Batman" y "Batman vuelve", 1989 y 1992 con Michael Keaton como protagonista, una decisión que provocó centenares de miles de cartas de protesta. La primera fue un éxito absoluto y vendió 750 millones de dólares en juguetes y mercancías. Tenía la música de Prince y escenarios creados por el genial y conflictivo Antón Furst quien, dos años después, se lanzó desde una altura de ocho pisos. Además, estaba Jack Nicholson. El guión tenía agujeros y la presencia de Kim Basinger era un desperdicio. La secuela fue mejor, sobre todo por el Pingüino logrado por Danny DeVito pero no por una Michele Pfeiffer lamiendo el rostro del enmascarado.

Las dos películas siguientes, "Batman Forever", 1995 y "Batman & Robin", 1997, con un director perdido en sendas historias equívocas, Joel Schumacher, son inferiores con actores como Val Kilmer, Tommy Lee Jones, Jim Carrey, Nicole Kidman, Uma Thurman, Arnold Schwarzenegger y George Clooney que se sintieron incómodos con sus personajes y diálogos. Por supuesto, los juguetes se vendieron poco y la franquicia se sintió amenazada.

Entonces, Schumacher intentó utilizar una novela gráfica de Frank Miller, "Batman, Year Zero" con los orígenes del personaje, pero afortunadamente no llegó a un acuerdo con el estudio, ni con los productores y aparecieron los auténticos recreadores y salvadores de la franquicia, el director Christopher Nolan y el actor Christian Bale. Lo demás, es leyenda, típica de Hollywood, la misma leyenda que ya estamos compartiendo en numerosos países del mundo, la leyenda que hizo exclamar al director Kevin Smith: "Esta nueva película de Batman equivale al "Padrino II" de las historietas llevadas al cine".

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