INTERNACIONAL

Ken Loach escribe sobre su nuevo estreno en España, "En un mundo libre..."

Por Ken Loach (*)

Origen de la historia
En los años 90 hice un documental acerca del puerto de Liverpool titulado "The Flickering Flame", en un momento en el que los trabajadores del puerto habían atravesado un largo conflicto con el Gobierno para preservar la integridad de su trabajo frente a la “provisionalidad” que se estaba instalando. En mi opinión, la forma en que ha desaparecido la seguridad en el trabajo, lo que ha propiciado el surgimiento de agencias de trabajo temporal, es un asunto muy importante y que está completamente olvidado. Es un hecho que ha cambiado la vida de las personas, el resultado de una decisión política contra la que se podría luchar. Por desgracia, nadie se opone. Todos los partidos políticos, desde los laboristas hasta los conservadores y los liberales, están a favor de esta clase de mercado. Todos quieren que sea así. Lo llaman “modernización” y lo consideran una ley de la naturaleza, un fenómeno que tiene que producirse necesariamente. Sin embargo, creo que se trata de una decisión política que está sirviendo a los intereses de una sola clase, y que se le ha inducido a la gente normal a creer que ésta es la única forma en que podemos vivir. Pero no es así.

En el año 2000 hicimos "Pan y rosas", acerca de los emigrantes mexicanos en Los Ángeles, y en 2004 "Sólo un beso", que narraba las vicisitudes de la segunda generación de una familia de emigrantes paquistaníes en el Reino Unido. "La cuadrilla" (2001), en cambio, hablaba de un grupo de obreros ferroviarios que luchan contra la privatización de los ferrocarriles. Todos ellos son temas de alguna forma relacionados entre sí, que se enlazan con el escándalo actual de la creciente explotación de trabajadores extranjeros en Gran Bretaña. Los turnos y las modalidades de trabajo, el interés en la inmigración y en los inmigrantes, la vida que llevan, lo que les impulsa a emigrar... éstos son algunos de los asuntos que confluyen en esta historia. Hemos hecho bastantes películas que mostraban las desventuras de los protagonistas, pero en esta ocasión pensamos que habría sido interesante observar los comportamientos y la mentalidad de los explotadores (hacer una película acerca de los explotados nos parecía demasiado obvio).

Angie
Elegimos los personajes de Angie y Rose porque queríamos que el público se identificara con ellas: si el protagonista hubiera sido excesivo la gente podría rechazarlo desde el principio, en cambio lo que queríamos es que los espectadores comprendieran su lógica y, al final, descubrieran su maldad. Angie es una mujer que encarna el espíritu de nuestra época, ¡al cabo de poco tiempo podría ser elegida mujer de negocios del año!

Angie es una mujer treintañera, con un hijo, Jamie. Es atractiva, llena de energía y procede de una familia trabajadora muy respetable y muy orgullosa. Nunca ha podido encauzar su capacidad; además, ha vivido una serie de relaciones equivocadas, y se han visto frustradas sus ambiciones en relación con lo que soñaba obtener. Pero ahora tiene ante sí la gran ocasión de su vida, sabe que puede hacerlo y se empeña a fondo. Ha llegado a un punto en el que piensa que, si no hace alguna cosa, luego será demasiado tarde. Angie es el producto de la contrarrevolución thatcheriana, que ha hecho hincapié en los negocios y en los éxitos empresariales, que ha premiado a los que se han abierto camino a codazos.

Angie es un personaje capaz de desarrollar ese trabajo y sobrevivir en el mundo masculino de los negocios y la competencia; además, a pesar de que ella nunca lo admitiría, se considera inconscientemente una feminista. Angie se pregunta: “¿Por qué las mujeres no puede hacer lo que hacen los hombres?”. Considero que es un personaje muy contemporáneo; no habría hecho lo que hace si no hubiera vivido en esta época. Esta película no hace un juicio moral de ella, sino que juzga el sistema en el que su empresa puede prosperar.

Kierston Wareing para el papel de Angie
Junto a Kahleen Crawford, la directora de reparto, vi a cientos de personas durante tres o cuatro meses. Nos reunimos seis o siete veces con Kierston y cada una de esas veces le pedíamos que improvisara. Siempre superó las expectativas: estuvo simpática, divertida, llena de energía y de sorpresas. Además, es una persona amable, lo que ayuda cuando hay que trabajar mucho tiempo en estrecho contacto con alguien.

En su personaje, buscábamos su capacidad de ser amable, pero también despiadada. Tenía que ser dura. El sentimentalismo y la crueldad a veces van de la mano. En mi opinión, Kierston ha interpretado muy bien estos dos aspectos: es un libro abierto, se le puede leer todo en la mirada.

El corazón de Inglaterra
Después de varias películas ambientadas en distintos lugares, Paul Laverty y yo elegimos Londres, como corazón de Inglaterra que es. Paul es escocés y evidentemente le gusta escribir acerca de su tierra, pero no quería situar exclusivamente este problema en la realidad del este de Inglaterra, porque se trata de situaciones que se dan en todas partes, que ya forman parte del funcionamiento mismo del sistema económico. Es muy interesante observar la hipocresía con la que se aborda este problema: por un lado, la gente afirma que la economía no podría sobrevivir sin esta fuerza de trabajo en precario; y por el otro, a la derecha le gustaría expulsar a todas estas personas del Reino Unido.

La explotación no es una cosa novedosa y por todos conocida; lo que nos interesaba sobre todo era discutir la convicción de que la falta de escrúpulos empresariales es la única forma de progreso para la sociedad, la idea de que todo sea un intercambio de mercancía, que la economía tenga que ser pura competición, totalmente orientada al marketing y que ésta sea la forma en que tengamos que vivir, recurriendo a la explotación y produciendo monstruos.

(*) Después de "El viento que agita la cebada", el británico Ken Loach regresa a las pantallas de España el próximo viernes con "En un mundo libre...", una historia que busca desnudar el “milagro” de la flexibilidad laboral, la globalización, los dobles turnos de trabajo y los salarios bajos, a través de la historia de dos mujeres que buscan una salida a su desocupación buscando trabajo a inmigrantes.

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