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IBEROAMERICA

Sonrisas en las noches de verano... del Festival de Cine Francés en Cuba

9-VI-08

El primer fin de semana del Festival de Cine Francés que desde el viernes transcurre con palpable entusiasmo en la Habana y las otras provincias cubanas (junto al municipio especial Isla de la Juventud), ha traído sobre todo comedias, algunas en realidad muy gratas.

La premiére, con "Juntos nada más" (2007), de Claude Berri, a partir de la novela de Anna Gavalda, y con tres nominaciones a los César (entre las cuales, Laurent Stocker se llevó la de actor revelación) sigue los encuentros y desencuentros de cuatro personajes: Camille, una joven que sufre de anemia, trabaja limpiando oficinas y dibuja en sus ratos libres; Philibert, un solitario joven aristócrata que vive obsesionado con la historia; Franck, un cocinero, en apariencia huraño y en el fondo tierno, quien visita todos los lunes a su abuela Paulette, una anciana frágil y divertida.

Comedia agridulce, Berri se las ingenia para armar un eficaz montaje que relaciona a estos seres sin extraviar el pulso, alternando con gracias y sapiencia lo humorístico y lo grave, desarrollando los caracteres adecuadamente y dirigiendo muy bien a sus actores (además de Stocker, justamente laureado, Autrey Tautou, Guillaume Canet, Françoise Berti...) Entre los elementos para destacar figura la partitura de Fréderic Botton, repleta de motivos barrocos, especialmente bachianos, como para disfrutar a ojos cerrados.

Ahora, comedia delirante, que aplaudió cálidamente el numeroso público al final, "Se renta esposa" (2005), la cual contó con la presencia de su director Eric Lartigau, en torno a un cuarentón soltero (brillante Alain Chabat) a quien el ejército de mujeres que le rodea (la madre y decenas de hermanas) conmina a casarse, hastiadas de hacérselo todo en cuanto a las tareas domésticas, al punto de que el exitoso creador de perfumes contrata a una joven que busca empleo y a la vez trata de adoptar legalmente a un niño brasileño.

El tono aquí cambia: estamos ante un tipo de humor mucho más alocado, sensual, con un ritmo trepidante que apenas se da el lujo de atenuarse un tanto (acaso ya en los finales) lo cual fue dispuesto desde el chispeante guión, pletórico de diálogos ingeniosos.

Feminista en el mejor sentido del término, el peso actoral de las mujeres esencial, comenzando por Charlotte Gainsbourg como la esposa rentada: el hecho de que aún cambiando el rumbo del plan (tratando de que la joven decepcione a la familia), no hay manera de lograrlo, aporta los mejores momentos al film, como aquel en que la madre los sorprende en una deliciosa escena de sadomasoquismo.

Menor fortuna corre "Seductor de lujo" (2005), de Christian Vincent, una demasiado previsible y agotada a mitad de metraje "comedia de situaciones" que une a un estafador profesional y a una joven que ha recibido una herencia, ambos coincidentes en un hotel de lujo en la Costa Azul. Amén de lo sencillamente increíble de la historia, con ese engañador engañado que permanece indefinidamente en el flamante cinco estrellas sin abonar jamás un centavo, la narración da tumbos con frencuencia y ofrece giros dramáticos que sólo demuestran el agotamiento inevitable de un guión que desde bien temprano en su desarrollo, no daba para más.

Si la cinta no cae del todo en el caos se debe ante todo a la carismática personalidad de José García, quien anima su personaje del "charme" requerido, no así su compañera Isabelle Carré, más bien deslucida y sin las virtudes que le exige el personaje.

Para que todo no sean sonrisas y carcajadas, hay previstos en el trayecto galo, como siempre, otros géneros, digamos "La serpiente" (2006), un ácido y desgarrador thriller de Eric Barbier, en torno a un fotógrafo y padre de familia en trámites de divorcio quien ve hundida su vida ante la acción sucia pero inteligente de un antiguo compañero de clases resentido por un hecho de esa etapa que desembocó en el suicidio de su madre.

film con todos los ingredientes del género eficazmente mezclados y puestos en cámara (acaso con exceso de morbo) descuella por la rápida consecución del suspense que, como toda muestra del género que se respete, avanza in crescendo hasta el final, y ofrece además, excelentes desempeños (Clovis Cornillac, Yvan Attal e incluso un envejecido pero siempre destacado Piérre Richard, que en esta etapa de su carrera generalmente desecha la comedia que lo hizo popular hace más de tres décadas).

Aunque en menor número que en ediciones anteriores, según se aprecia en el pressbook, no falta esta vez la mirada del otro: cintas realizadas en la propia Francia por inmigrantes sobre todo árabes. Es el caso de "Bled number one", coproducción franco argelina realizada en 2006 por Rabah Ameur-Zaïméche; pero mejor si todas son como ésta, que hizo poner pies en polvorosa a gran parte del público que asistó el domingo noche al cine Yara.

Al salir de la cárcel francesa, Kamel regresa a su país y encuentra una sociedad que se debate entre tradición y modernidad, lo cual pudiera haber generado un interesante estudio de caracteres y ambientes si la torpeza y la impericia no asistieran al director: infinitos y malgastados planos en función de una diégesis que mal avanza entre suciedades de la edición, pésimas actuaciones y supérfluos circunloquios del guión, justifican la reacción del público y obligan a poner un signo de interrogación en el Premio de la Juventud que recibió el film en Cannes.

El Festival de cine francés avanza como siempre, con entusiasmo y simpatía por parte del ávido público, no sólo en la capital, según hemos sabido por colegas y amigos del resto del país, donde desde el pasado día 6 se desarrolla también con éxito. Seguiremos comentando.

© Frank Padrón (Cuba)- NOTICINE.com

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