9-V-08
"Mi vida dentro", de la joven cineasta azteca Lucía Gajá, dio inicio en la noche de este pasado jueves y se extenderá hasta el día 13 de mayo en la sala Chaplin de la Cinemateca de Cuba (institución que coauspicia junto con la Embajada de ese país entre nosotros y otras de ambos países) al Festival del documental mexicano "Ambulante", que como indica su nombre es una muestra itinerante, que sale por primera vez de su tierra para tocar la nuestra, y que además de la capital se proyectará en cines de Viñales, Matanzas, Santa Clara, Holguín, Bayamo y Santiago de Cuba.
Iniciativa de los actores Gael García Bernal y Diego Luna, este evento (no competitivo) muestra filmes que ofrecen otras visiones, otros rostros de la realidad en la hermana nación.
Con la presencia de su realizadora, introducida por su colega, director de la Cinemateca, Manuel Herrera ("Bailando chachachá") y por el Agregado cultural de la Embajada mexicana en Cuba, señor Iván Trujillo, "Mi vida dentro" llegó precedido por varios reconocimientos importantes: al mejor documental mexicano en el Festival Internacional de Morelia (2007): premio Musa otorgado por la Asociación de Mujeres en el Cine y la Televisión A.C. y Gran Premio del Jurado en el Festival de Derechos Humanos de Paris (2008), además de concursar ahora mismo (se dijo esa noche allí) en un significativo encuentro del género en España.
El film sigue el proceso llevado a cabo en Austin (Texas, EE.UU), a Rosa, una ilegal inmigrante mexicana que trabajaba como baby-sitter y fue acusada de la muerte por asfixia de un pequeño al que cuidaba.
Gajá, quien había recibido en 2005 un Ariel de Plata por su anterior corto también documental "Soy", entremezcla con habilidad (el contrapunto que consigue el montaje entre las encontradas versiones de los abogados, digamos) las intensas sesiones del juicio, apoyándose en la mejor tradición del género; en muchos momentos, la conseguida atmósfera de suspense emula la de los films de ficción, con la diferencia de que en este caso, se trata de una lamentable y al parecer, irreversible realidad.
A ese documentado y pormenorizado seguimiento del proceso, se unen testimonios de varias personas relacionados con la acusada, empezando por ella misma, sin desechar escenas que cambian a un tono más lírico, al emplear frases de sus cartas, dentro de un procedimiento diegético caracterizado por la acronicidad, aunque manteniendo una rara coherencia e impidiendo que, aún con su nada corto tiempo (120 minutos), el documental abandone el interés que siembra en el público de principio a fin, aún cuando (todo hay que decirlo), perfectamente era susceptible de ciertas amputaciones, como quiera que se repite información o se enfatiza demasiado en ciertos aspectos del conflicto.
A pesar de lo cual, "Mi vida dentro" es un sensible y bien armado testimonio contra un problema que no puede dejarnos indiferentes: la xenofobia, la discriminación al inmigrante, la intolerancia y radicalidad de una justicia parcializada y ciega, son los verdaderos sentados al banquillo de los acusados por la cámara de Gajá; ya lo dice una de las abogadas de la defensa: el verdadero delito de Rosa para la mentalidad estadounidense es ser pobre, iletrada, inmigrante; si hubiera tenido dinero otro hubiera sido el resultado, pues ella no conoce de ningún caso con tales recursos que haya ido a parar tras las rejas: la condena de esta joven mexicana de 23 años condenada a cadena perpetua es el escudo de varias instituciones del país cuya negligencia o incapacidad fueron los verdaderos responsables del homicidio.
Pero "Mi vida…" dista de ser el único filme interesante en el Festival "Ambulante", que en las tres tandas de la sala Chaplin y luego en su recorrido por el interior del país, abordará mediante una decena de títulos dilemas tan acuciantes y casi huérfanos de enfoques como el narcotráfico realizado en condiciones poco comunes, la dura vida en el Trópico de Cáncer, la adolescencia mal viviente en las calles de Tijuana o curiosos personajes que incluyen: un arriesgado torero apodado "El Suicida", unos famosos ladrones de los años 60, una pobre y emprendedora mujer y un tenaz músico que nació sin brazos.
© Frank Padrón (Cuba)-NOTICINE.com
"Mi vida dentro", de la joven cineasta azteca Lucía Gajá, dio inicio en la noche de este pasado jueves y se extenderá hasta el día 13 de mayo en la sala Chaplin de la Cinemateca de Cuba (institución que coauspicia junto con la Embajada de ese país entre nosotros y otras de ambos países) al Festival del documental mexicano "Ambulante", que como indica su nombre es una muestra itinerante, que sale por primera vez de su tierra para tocar la nuestra, y que además de la capital se proyectará en cines de Viñales, Matanzas, Santa Clara, Holguín, Bayamo y Santiago de Cuba.
Iniciativa de los actores Gael García Bernal y Diego Luna, este evento (no competitivo) muestra filmes que ofrecen otras visiones, otros rostros de la realidad en la hermana nación.
Con la presencia de su realizadora, introducida por su colega, director de la Cinemateca, Manuel Herrera ("Bailando chachachá") y por el Agregado cultural de la Embajada mexicana en Cuba, señor Iván Trujillo, "Mi vida dentro" llegó precedido por varios reconocimientos importantes: al mejor documental mexicano en el Festival Internacional de Morelia (2007): premio Musa otorgado por la Asociación de Mujeres en el Cine y la Televisión A.C. y Gran Premio del Jurado en el Festival de Derechos Humanos de Paris (2008), además de concursar ahora mismo (se dijo esa noche allí) en un significativo encuentro del género en España.
El film sigue el proceso llevado a cabo en Austin (Texas, EE.UU), a Rosa, una ilegal inmigrante mexicana que trabajaba como baby-sitter y fue acusada de la muerte por asfixia de un pequeño al que cuidaba.
Gajá, quien había recibido en 2005 un Ariel de Plata por su anterior corto también documental "Soy", entremezcla con habilidad (el contrapunto que consigue el montaje entre las encontradas versiones de los abogados, digamos) las intensas sesiones del juicio, apoyándose en la mejor tradición del género; en muchos momentos, la conseguida atmósfera de suspense emula la de los films de ficción, con la diferencia de que en este caso, se trata de una lamentable y al parecer, irreversible realidad.
A ese documentado y pormenorizado seguimiento del proceso, se unen testimonios de varias personas relacionados con la acusada, empezando por ella misma, sin desechar escenas que cambian a un tono más lírico, al emplear frases de sus cartas, dentro de un procedimiento diegético caracterizado por la acronicidad, aunque manteniendo una rara coherencia e impidiendo que, aún con su nada corto tiempo (120 minutos), el documental abandone el interés que siembra en el público de principio a fin, aún cuando (todo hay que decirlo), perfectamente era susceptible de ciertas amputaciones, como quiera que se repite información o se enfatiza demasiado en ciertos aspectos del conflicto.
A pesar de lo cual, "Mi vida dentro" es un sensible y bien armado testimonio contra un problema que no puede dejarnos indiferentes: la xenofobia, la discriminación al inmigrante, la intolerancia y radicalidad de una justicia parcializada y ciega, son los verdaderos sentados al banquillo de los acusados por la cámara de Gajá; ya lo dice una de las abogadas de la defensa: el verdadero delito de Rosa para la mentalidad estadounidense es ser pobre, iletrada, inmigrante; si hubiera tenido dinero otro hubiera sido el resultado, pues ella no conoce de ningún caso con tales recursos que haya ido a parar tras las rejas: la condena de esta joven mexicana de 23 años condenada a cadena perpetua es el escudo de varias instituciones del país cuya negligencia o incapacidad fueron los verdaderos responsables del homicidio.
Pero "Mi vida…" dista de ser el único filme interesante en el Festival "Ambulante", que en las tres tandas de la sala Chaplin y luego en su recorrido por el interior del país, abordará mediante una decena de títulos dilemas tan acuciantes y casi huérfanos de enfoques como el narcotráfico realizado en condiciones poco comunes, la dura vida en el Trópico de Cáncer, la adolescencia mal viviente en las calles de Tijuana o curiosos personajes que incluyen: un arriesgado torero apodado "El Suicida", unos famosos ladrones de los años 60, una pobre y emprendedora mujer y un tenaz músico que nació sin brazos.
© Frank Padrón (Cuba)-NOTICINE.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario