Google
 

IBEROAMERICA

Novísimo cine español, en la Habana

8-V-08

Cuatro films de la más reciente producción ibérica han provocado el entusiasmo de habituales y "partimes" a los ciclos cada vez más sustanciosos y abarcadores de la Cinemateca de Cuba, en su sala Chaplin.

"Mataharis", de Icíar Bollaín; "Azuloscurocasinegro", de Daniel Sánchez Arévalo, "Yo", de Rafa Cortés (la cual no pude ver) y "El orfanato", de Juan Antonio Bayona, constituyen el cuadro peninsular que ha llenado los primeros días de mayo en la céntrica sala del Vedado habanero, dentro de un mes que promete más de un encuentro agradable, como quiera que se han programado homenajes a importantes figuras (el director norteamericano David Lean, la actriz italiana Anna Magnani) o ciclos con dos grandes cineastas (Giussepe Tornatore, coterráneo de esta última y el ruso Karen Shajnazarov).

Los films españoles (precedidos de varios estrenos internacionales no menos motivadores: "Por sexo o por amor", de Francia; "Tropa de élite", brasileña, o el polémico musical norteamericano "Sweeney Todd") han significado un notable arranque a las novedades cinematográficas en la isla.

"Mataharis", de la cada vez más afilada y motivadora actriz Icíar Bollaín en su posición tras la cámara ("Hola, ¿estás sola?", "Te doy mis ojos") sigue una realidad en España para muchos desconocida: las agencias de "detectives privados", institución que lo mismo sigue los rumbos de toda una empresa que las tradicionales pesquisas en torno a individuos en relación, sobre todo, con infidelidades de pareja; los conflictos éticos que genera en tres mujeres de diferentes edades, estratos y estados civiles tal "profesión", da médula a un film que con tal pretexto vuelve a situar en primer plano las inquietudes feministas de la autora: la familia, el matrimonio, las desigualdades en los roles sociales, la soledad y el deterioro de las relaciones, y, por supuesto, la eticidad que separa oficios de actitudes humanas.

Un guión excelentemente delineado (con premio ex aquo en San Sebastián), una puesta en pantalla pormenorizada y sutil (con el apoyo, sobre todo, de un montaje que alterna y mezcla las más diversas situaciones) y las actuaciones sobresalientes de Najwa Nimri, Nuria González y María Vazquez, impele a elevar el pulgar ante esta versión contemporánea y contextualizada de la legendaria espía.

"Azuloscurocasinegro", ganadora de tres Goya: mejor director novel, mejor actor revelación y mejor actor de reparto más otros quince premios en festivales como Málaga, Estocolomo, Toulouse y Venecia, no se retrasa en eso de hilar fino relaciones familiares, eróticas, sociales, de plasmar y entrelazar con cuidado y elegancia personajes diseñados con riqueza sicológica y entereza conceptual, sin que falte a este drama de tintes bien sórdidos (como anuncia el lexema que le da título) más de una oportuna pincelada humorística; el conflicto de dos hijos y un padre impedido y amnésico, los dilemas existenciales, laborales y amorosos del protagonista y un amigo con dudas de orientación sexual (con los conflictos familiares, a la vez, de éste, sobre todo con un padre al que ha descubierto un tardío homosexualismo) son algunos de los interesantes puntos que trata este film donde sobresale también una compacta fusión de elementos expresivos y técnicos, y donde a la madura actuación protagónica (Quim Gutiérrez) siguen con buen paso las restantes, sobre todo masculinas (Antonio de la Torre, Héctor Colomé, Raúl Arévalo…).

Representante de España ante el Oscar, "El orfanato" es una cinta de terror clásico. J.A Bayona ingresa en el canon como un discípulo aventajado, con la asesoría del productor ejecutivo (Guillermo del Toro) del cual hay en el film un verdadero sello, aunque no son sólo "El espinazo del diablo" (suya) o "Los otros" (Amenábar) las profundas referencias que sobrevuelan sobre esta historia de niños fantasmas en un viejo caserón, sino muchas cintas de tradición, como se sabe, tan vasta (por sólo citar un ejemplo que viene a la mente todo el tiempo, "The haunting"/"La guarida", aquel film de Jan De Bont realizado en 1999 con Catherina Zeta Jones y Lily Taylor).

Bayona ha logrado construir hábilmente la atmósfera terrorífica de este tipo de pieza, trabajó la cámara como Dios manda (abundantes contra-picados, fotografía lúgubre, zooms espeluznantes) mientras avanza la narración con los ingredientes habituales (puertas que chirrían, subjetivas que avanzan lentamente y sorprenden a los protagonistas "de espaldas", música llena de crescendos típicos, una médium –nada menos que Geraldine Chaplin-), sólo que…poco adiciona esta nueva cinta al género, que además se empantana a partir de la segunda mitad extraviando el ritmo y la dosificación que venía mostrando. La siempre eficaz Belén Rueda y el niño Roger Príncep, encabezan un elenco que se desempeña adecuadamente.

Nada nuevo bajo el sol, si bien, repito, no descalifica el joven cineasta en cuanto a este "examen", mas, si decide continuar enrumbándose por los cauces del terror, no debe olvidar concebir historias un tanto más originales y menos predecibles: estas de muertos-vivos y vivos-muertos, de fronteras entre los mundos y las dimensiones, de veras que no dan más.

Y mientras esperamos nuevos títulos del más nuevo cine español (acaso para el festival de diciembre), bien valen éstos para no perder ese siempre cálido y receptivo encuentro de nuestros entusiastas con la producción de la Madre Patria.

© Frank Padrón- NOTICINE. com (Cuba)

No hay comentarios: